Desde el plano terrenal
me levantaste en el deseo,
consumiéndote en mi fuego
mientras cumplías tu sueño.
Conociendo los placeres;
¡Mi Rey! ¡Mí Rey!;
de tu ardiente cuerpo,
me llevaste desde el cielo
hasta el fuego del infierno.
Monarca de mis pasiones,
mi Rey eres mío,
solamente en mis sueños.
Tú eres libre, yo tengo dueño.
Tú me quieres, yo te deseo.
Aun siento tu aroma, tu piel
todo tu cuerpo.
Que ocurra otra vez
mi carne y mi alma pide,
saciarse de ti
y tú de mis medios.
Mi Rey, mi Rey
grita mi cuerpo.
¿Dónde esta?
¿Con quién?
¡Llévame al infierno!
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