Nunca había tenido este sentimiento antes;
es un fuego que me consume,
que arde en mis entrañas...
que se expande....
como un universo lleno de energía.
Que arde, que duele y también me hace feliz.
Cuatro palabras bastan y una vieja canción
para que mi alma indómita e irreverente
se eleve hacia el sol,
sin que importe el fuego o que sus alas ardan,
porque cuatro palabras y el sonido de tu voz
le cosen unas una nuevas alas
y mi alma frenéticamente se vuelve a elevar....
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