Tus propias cadenas













Ella estaba atrapada 
en aquel eterno lugar vacío.

Secuestrada por sus temores, 
rehén de sus esperanzas y anhelos.

Ella solo esperaba 
que las aldabas caigan 
por si solas y liberen 
su entristecido ser.

Secuestrada sin recompensa, 
encerrada en sus creencias.

Ella no podía correr 
a dónde su corazón le decía, 
arrastraba pesadas cadenas 
que asentaban su andar.

Ella se secuestro a si misma 
sin poder hallarse, 
sin poder amarse; 
vacía, triste y desesperada.

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